Básicamente se trata de un Fondo de Inversión que posee activos como, por ej: acciones, commodities o distintos tipos de contratos de futuros, pero la propiedad de los mismos está dividida en acciones que cotizan en Mercados.
Los inversores podrán por lo tanto, comprar y vender las mismas durante las horas de rueda, y no al final de la jornada como los Fondos tradicionales. Al igual que cualquier acción que cotiza en Bolsa, tendrá su símbolo y su cotización cambiará en tiempo real. Se aceptarán sobre ellas todos los tipos de órdenes usuales para operar acciones comunes y, muy importante, la posibilidad de utilización del Margin que corresponda.
Si un ETF cuenta con un buen volumen de operaciones diario, seguramente operarán contratos de opciones sobre las mismas, con lo que las posibilidades de armar estrategias combinadas aumenta en forma exponencial y, por lo tanto, la posibilidad de obtener ganancias ante cualquier situación de mercado.
Desde el lanzamiento del primer ETF en la Bolsa de Toronto en 1990, sobre el Índice Toronto 35, el volumen total del sector al día de hoy (enero 2018) sobrepasa los 3 Trillions de dólares, sumando todas las emisiones, 4.779 ETF´s operados en todos los Mercados del mundo.
Algunos de ellos alcanzan volúmenes increíbles como en el caso del SPY (S&P500), el que, en un día tomado al azar, 12 de enero del 2018, tuvo un volumen de 90.816.000 acciones a un promedio de U$ 275, alcanzando un total de U$ 24.750 millones!!!
Lo único que las diferencia de las acciones comunes, es que las cantidades emitidas cambia diariamente, debido a sus mecanismos propios de creación y rescate.
Cortesía de Visual Capitalist